Enrique Climent Llopis

Se licencia en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en 1989.

Después transcurren algunos años en los que va al buen tun tun. Servicio militar, un par de años opositando sin resultados, un año en Heidelberg otro en Bruselas. Lo único que tiene claro es que quiere dibujar.

Entra a trabajar en la empresa de dibujos animados  Cartoon Producciones a los treinta años.

Allí toma contacto con el mundo del dibujo profesional desempeñando labores en casi todos los departamentos creativos: storyboards, layouts, animación creación de personajes,  e incluso hasta realización de guiones.

En esta época se casa y se convierte en padre de su hija Caterina.

Tras cuatro años abandona la empresa y comienza un periodo como ilustrador free-lance para un buen número de editoriales españolas y algunas inglesas. Ilustración de libros de texto, de literatura infantil-juvenil, clásicos adaptados, y otros encargos misceláneos donde toca otras ramas de la ilustración y el diseño gráfico.

 Aproximadamente tras unos diez años en la profesión de ilustrador empieza a dar sus primeras clases de dibujo como actividad extraescolar en el colegio Sagrado Corazón Vedruna.

Algo después nace su hija Valentina.

Desde entonces lleva impartiendo clases de dibujo y actividades creativas plásticas en diversos colegios de Valencia. Y ahí continúa tras catorce años como profesor. Colegios en los que imparte o ha impartido clases: C.P. Mestalla, C.P. J. Balmes, C. P. Dr. López Rosat, C.P. Prácticas, Colegio Sagrado Corazón Vedruna.

Abrió hará unos cinco años su propia escuela de dibujo y pintura para jóvenes y adolescentes que compagina con las clases en los colegios de enseñanza primaria.

Desde hace unos cuatro años, también da clases de pintura para adultos en el centro AHNAR de Meliana para rehabilitación de drogodependientes.

Vive en Valencia con su mujer y sus hijas ejerciendo principalmente labores docentes en el campo de la plástica creativa. Su aprendizaje como profesor ha sido intuitivo y esencialmente empírico. Entiende la creatividad como una búsqueda activa de la expresión genuina y libre del individuo. En sus clases, prescinde de metodología y carece de una noción de orden definida.